Cuba, del 5 al 18 d’abril de 2017: últimes hores a i retorn cap a casa l’Havana (16 i 17 d’abril de 2017; dies 13 i 14) (I)
Passo bastanta calor a l’habitació, ja que en
alguns moments el ventilador que ens ha de servir d’ajuda no fa gaire bé la
seva funció...Ens llevem i avui sí que no ens han ofert ni la possibilitat de
poder esmorzar, així que decidim buscar-nos la vida... De totes maneres volem
anar a canviar diners per comprar alguns últims records, però la cua és enorme
i ens dividim per tal que, mentre uns esmorzin, els altres facin cua i
viceversa. A la cua hi ha alguns cubans que ens comminen a anar a fer el canvi
en un hotel, a on cobren una bona comissió, però ho declinem. Quan busquem un
lloc per fer el primer àpat del dia, però, comencem amb mal peu, ja que al bar
del costat de l’oficina de canvi no hi ha ni cafè. Caminem una mica i trobem un
bar a on posa que fan esmorzar català, però encara està tancat. Veient el
panorama, optem per tornar a retrobar-nos amb els amics, que just acaben de fer
el canvi de moneda. Junts anem a un bar a esmorzar, però triguen moltíssim a
portar-nos les coses, ja que els hi manquen ingredients. Algú de nosaltres opta
per anar a una fleca a comprar algunes pastes i les ajuntem amb el cafè que,
quan ja estem a punt d’aixecar-nos, ens serveixen. Tot seguit anem a un mercat
local d’artesania, que gairebé està buit. Els venedors, àvids de clients, es
fan molt i molt pesats i et recriminen que no els hi compris. Et tiren a la
cara que tu pots viatjar i que ells no, que som uns egoistes, etc. Tenen la
percepció que som rics, i és tot el
contrari. Al final, marxem, comprant molt menys del que hauríem pogut comprar
de souvenirs si el tracte hagués
estat diferent, sense coaccions ni retrets. Agafem un taxi i ja ens dirigim
directament a la plaça d’Armes, el lloc des d’on ens endinsem a la vella
Havana. Com que tothom té interessos diferents durant les nostres últimes hores
en terres caribenyes, ens dividim. Primer opto per anar a un mercat
d’artesania, de nou, però de ben poc em firo. Tot seguit em dirigeixo al Museu
d’Història Natural del país (http://www.mnhnc.inf.cu/; http://www.visitarcuba.org/museo-nacional-de-historia-natural-de-cuba; https://es.wikipedia.org/wiki/Museo_de_Historia_Natural_de_La_Habana) , que
també està situat a la mateixa plaça d’Armes. A Internet s’explica que (https://www.ecured.cu/Museo_Nacional_de_Historia_Natural ) :” Museo Nacional de
Historia Natural de Cuba. Es una institución científico, cultural,
especializada en la historia natural que genera colecciones de estos perfiles,
las estudia, y socializa principalmente a través de exhibiciones. Ubicado en la
Plaza de Armas, en el centro histórico de la Habana Vieja, abrió por primera
vez al público, el 26 de mayo de 1964, en áreas del Capitolio habanero.
El Museo tiene como misión esencial colectar, investigar, conservar, y
exhibir objetos naturales para promover el conocimiento científicos y cultural
de la naturaleza.
Historia
En 1960 se anuncia la intención de crear el Museo Cubano de Ciencias
Naturales, y se forma por indicación de Fidel Castro, la denominada Comisión
para la Creación del Museo Cubano de Ciencias Naturales, presidida por el
capitán Antonio Núñez Jiménez e integrada por naturalistas y otros
intelectuales. Entre los primeros, destacan las personalidades de Miguel Luis
Jaume, malacólogo, y Gilberto Silva Taboada, zoólogo.
La Comisión, desde su creación se encargó de reunir a los curadores y
otros especialistas que conformarían el equipo de trabajo del Museo, así como,
reunir colecciones dispersas en el país, tanto de instituciones como la Real
Academia de Ciencias, y centros escolares nacionalizados que poseían
colecciones docentes de historia natural, como colecciones privadas cuyos
propietarios, marcharon del país. El 26 de mayo de 1964 quedó inaugurado y con
ello, abiertas al público cubano y extranjero 26 salas de exhibiciones que
abarcaban perfiles zoológicos, botánicos, geológicos, etnográficos y
arqueológicos. Su nombre pasó a ser Museo de Ciencias Felipe Poey.
Entre los espacios expositivos más visitados y populares entre el público
cubano, se encontraban la reproducción a escala natural de la Cueva número 1 de
Punta del Este, de la Isla de la Juventud, caracterizada por las pictografías
aborígenes que conserva, y el planetario.
La institución se reorganizó sustancialmente en 1986, para convertirse en
Museo Nacional de Historia Natural. Se impulsaron las labores de formación de
colecciones y las investigaciones tipológicas (geología, paleontología,
botánica, y zoología). Además, se hicieron estudios para proyectar el trabajo
de conservación de colecciones científicas en las peculiares condiciones
climáticas del archipiélago cubano, así como, la elevación del rigor
profesional del trabajo educativo y cultural de la institución.
En 1990, el Museo se destina a otro inmueble, en el centro histórico de
La Habana. Esta renovación incluía la adaptación del nuevo edificio a las
exigencias funcionales de la institución cultural. En ese momento de su
desarrollo, el Museo se involucra en proyectos de envergadura internacional,
incrementa su trabajo de campo en el territorio cubano y antillano con el
consiguiente crecimiento de sus colecciones científicas, y extiende su programa
de difusión para la sensibilización con los temas medioambientales.
Fue el 6 julio de 1999 cuando el Museo Nacional de Historia Natural
reabrió sus puertas, en su nueva sede, en la Plaza de Armas, centro histórico
de la Habana Vieja. (Continuarà)
(La fotografia correspon al museu de la història natural de Cuba)
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